Pocos metros más adelante del km 15 de la carretera NA-120 (Estella-Beasain), que cruza las sierras de Urbasa Andia y baja después por el valle de Lizarraga, tenemos el desvío hacia la localidad de Lezaun.
En el mismo cruce se encuentra un hostal con un amplio aparcamiento.
Aquí iniciamos este recorrido. Tomamos el arcén izquierdo de la carretera en sentido Beasain (mirando desde el hostal a la derecha).
Al otro lado de la cuneta nos acompaña una tapia que separa la carretera de la zona de El Crucero y la Cuesta de Azkarrandia.

Encontramos puerta de hierro en la tapia. Pasamos al otro lado y comenzamos a caminar por sendas entre los prados, paralelos a dicha tapia y a la carretera.
Enseguida pasamos junto a una pequeña balsa.
0:09 - Dejamos atrás otra balsa (con un registro de agua en la parte norte).
0:12 - Al tiempo que los prados se abren hacia el sur, la tapia y la carretera se marchan a la derecha.
Nosotros seguimos manteniendo la dirección inicial y nos vamos de frente a la ladera arbolada de Urbasa (al oeste). Queda a la derecha un aska.
Estamos en el paraje que los del lugar llaman «La Zalaia», y que oficialmente consta con el topónimo de «Zelaia». Es zona limítrofe entre Yerri y Lezaun.
Mantenemos como punto de referencia la parte más baja del lomo de la sierra (véase la imagen siguiente). Las sendas desaparecen, pero los prados nos permiten avanzar en línea recta sin problemas.
0:15 - Cruzamos unas marcas herbosas de un camino que cruza, perpendicular, de norte a sur. Mantenemos nuestra dirección fuera de ningún camino.

Encontramos el Camino Viejo, que llega en diagonal de nuestra derecha.
Lo seguimos al frente. Enseguida llegamos a una tapia que atravesamos por puerta de hierro. Pasamos así a término de Ibiricu. De la izquierda llega una pista desde el pueblo.
0:24 - Otro camino atraviesa desde la izquierda también una puerta de hierro y se une al nuestro. Seguimos adelante. Un minuto después otra puerta también da paso a la derecha a otro camino. Tampoco hacemos caso y seguimos adelante.

Bifurcación en Y.
A la izquierda.
Por la derecha, tras un giro, se va el camino más ancho a una puerta cercana que da paso a una balsa artificial (Balsa del Cerro Viejo).
Por nuestro camino nos internamos en el bosque (mixto de roble y haya) y comenzamos a ascender. A la izquierda llevamos durante unos metros una alambrada. El camino gira enseguida (en 100 m) a la derecha, recibe de la izquierda el camino de Ibiricu y sigue ascendiendo.
La pendiente es sostenida.

La pendiente cede un poco.
Alrededor se ha impuesto el hayedo en cuanto hemos cogido algo de altura.
A la derecha nos acompaña una tapia que separa el hayedo maduro por el que circulamos de otro más joven, de troncos delgados y apretados.

La tapia gira 90º a la derecha.
En el mismo punto tenemos una gran piedra vertical en medio del camino que no es sino un mojón de término.
El camino, de piso irregular, sigue ascendiendo por la parte más baja de la depresión.

Salimos al Camino «Nuevo», procedente del monasterio de Iranzu. En este punto hace un amplio giro. Está balizado con señales de un PR (NA-181A). Indica a Dulanz 40 minutos.
Por la derecha, en suave ascenso.

Tras recorrer la zona de Zanabe, llegamos a terreno despejado (Las Calvas). A escasos metros quedan las ruinas de la chabola de Fortunato, bajo la cima de Dulanz.
Hay varias balizas del mismo PR mencionado en sentidos inversos. Nos vamos de frente (en la misma dirección que hasta ahora llevábamos).
Aunque hay varias opciones de desvío vamos siempre por el principal, en suave ascenso.

Paraje de Portandia.
El camino gira fuertemente a la izquierda y sube hacia la zona alta de Urbasa, hacia el portillo de Urritzaga, rodeando La Nevera. Pero no lo seguimos.
Unos metros después del giro, por la derecha, llega el camino (apenas perceptible) de Zunbeltz. Entre las hayas, nada más girar, nos vamos en perpendicular hacia la derecha para buscar la puerta de hierro en la tapia que da paso al camino.
Si queremos tener una hermosa vista de los montes de alrededor nos podemos ir, antes de empezar a descender, unos metros hacia la zona despejada de la derecha, que constituye un espléndido balcón sobre Andia, Beriain y los montes del sur.
Una vez iniciado el descenso, atravesada la puerta, bajamos por hayedo en una senda algo irregular pero clara (dirección nordeste).

Se despeja el paisaje y seguimos descendiendo por terreno herboso mientras divisamos al norte la falla de Zunbeltz y las laderas de la zona del túnel.
El arbolado está casi todo constituido por espino blanco y algún arce.
Nos acercamos a la carretera.

Venta Zunbeltz (o lo que queda del lugar donde se levantaba). A orillas de la carretera.
Tras el fallecimiento de Fidel Azanza, que regentaba la misma, el Gobierno de Navarra adquirió la venta y sus terrenos y la derribó. Sólo queda el dibujo de sus muros.
Lugar de referencia para muchas excursiones; antiguamente Fidel y su familia vendían queso y trataban con gran amabilidad a sus visitantes.
Nos vamos por el arcén hacia la izquierda (dirección norte).

Cien metros antes de la placa que señala el km 21 tenemos a la izquierda de la carretera un camino que va hacia la calzada romana, y que enlaza con el que baja de Tximua. Pocos metros más a la izquierda quedan las ruinas de las Bordas de Irache, que pertenecieron históricamente al monasterio del mismo nombre.
Justo al otro lado del asfalto hay una puerta de hierro de hoja doble en la tapia que deja paso a una borda cercana y muy cuidada (Borda de Narciso).
Esta construcción queda debajo de la depresión o barranco de Soroluxe.
Entramos y pasamo junto a la misma. Por su derecha nos acercamos hacia el arbolado, y, dejando otra pequeña construcción a la derecha, por lo más bajo comenzamos a subir, en principio sin camino muy definido.

A medida que ascendemos, en dirección este, la depresión se va haciendo más abierta, pero siempre mantenemos la zona más baja entre ambas laderas.
Alcanzamos lo que parece la zona superior y el piso se vuelve algo más complicado por la presencia de formaciones ligeras de lapiaz (terreno kárstico con grandes grietas entre las rocas). Sin embargo la senda se mantiene y es más sencilla de lo previsible.

Vemos al frente la depresión de Zaborrate (en dirección norte-sur) y la ladera bastante más alta del otro lado.
Estamos en el punto más alto y comenzamos a descender girando a la derecha en una amplia curva, de forma que vamos tomando dirección sur al tiempo que...

Nos encontramos, al otro lado de un pequeño barranco, la Borda de Lezaun.
Está un poco en alto sobre la pista de Zaborrate y la puerta en la tapia que viene desde la carretera y cruza en dirección este-oeste.
Por el prado descendemos hacia esta puerta. Al otro lado queda la ladera que sube hacia la zona donde se asienta la ermita de la Trinidad de Iturgoien.

Tapia que cruza la pista de Zaborrate. Puerta de hierro que atravesamos.
Nos vamos en dirección sur, en suave descenso.
Dos minutos después dejamos a la derecha las bordas de Zaborrate. Un camino se va a pocos metros hacia la derecha. No lo tenemos en cuenta.

Dejamos a la izquierda la balsa de Orzaran. Es grande, redondeada y con una tapia alrededor. En una esquina, pegada a la tapia, hay un cobijo para cazadores.
Seguimos descendiendo y dejamos poco más adelante un aska.
Cinco minutos después queda a la derecha otra balsa (Otsazulo).
Y diez minutos después encontramos a la izquierda una tercera balsa (Balsa Nueva) con cierre artificial (fondo recubierto de material aislante). Se alimenta con un tubo y, a su vez, sirve de depósito para una aska situada unos metros más abajo.

Abandonamos la pista por la izquierda siguiendo un camino perpendicular, herboso pero ancho, que desciende unos metros y comienza a ascender por terreno de piedra suelta y bastante empinado.
(Si siguiéramos la pista saldríamos al km 18 (a tres kilómetros todavía del hostal).
Tres minutos después por la derecha, por el camino más ancho.

Llegamos a una zona alta, herbosa, donde la marca de la senda se diluye. Nos vamos a la izquierda a buscar la continuación junto a la ladera oriental. Al sur vemos, sobre la loma, la silueta de la ermita de San Cristóbal hacia la que nos dirigimos.
Una senda arranca a media ladera sin apenas ganar altura.

La senda pasa junto a la balsa de Oliturri. La bordeamos por la derecha y vemos la continuación de la senda que se dirige a la ya cercana ermita.

Ermita de San Cristóbal.
Situada en un altozano, con excelente vista sobre la zona de alrededor.
Orientados hacia el sur, de espaldas a la ermita, vemos un barranco correr a nuestra izquierda y más allá un lomo herboso más alto y alejado que baja hacia la localidad de Lezaun.
Descendemos hacia allí, en dirección al barranco...

Más abajo, antes de llegar al fondo, encontramos un camino herboso que toma dirección sur sobre otro lomo. Podemos optar por seguirlo unos metros o bajar directamente al barranco para cruzar al otro lado.
No obstante, acabaremos por cruzarlo, por lo más sencillo, y seguir hacia el sur unos metros por encima del fondo del mismo.
En un momento determinado una tapia baja lo cruza perpendicular y se va hacia el sur. Seguimos cerca de la misma (unos 30 metros a su izquierda) una senda que pronto se convierte en camino, por encima del arbolado que cubre en parte el fondo del barranco.

Camino herboso que gira a la derecha y, conforme baja, se mete entre el arbolado.
Enseguida inicia un acusado descenso por el interior de un robledal. Suelo de grava suelta.
Baja hacia la derecha y enseguida se ve la parte trasera del hostal y la carretera.

A cien metros del hostal hemos de desviarnos algo a la derecha para encontrar la puerta de hierro que cierra la tapia.
Cruzamos al otro lado y en escasos metros salimos a...

Hostal Danontzako.
Aparcamiento y carretera.
Hemos cerrado el círculo y finalizado el recorrido.