Desde la caseta de información del Parque Natural de Urbasa, en lo alto del puerto de Olazagutia, salimos en dirección este y tomamos enseguida el camino balizado que se aleja de la carretera manteniendo esta dirección.
Vamos por el fondo de una vaguada semiarbolada.
El arranque es el mismo que se cuenta en la ruta del Hayedo Encantado.

Dejamos a la izquierda la chabola y el recinto alambrado que recrea la vida de los carboneros.
Seguimos rectos.
0:24 (1:13 km) - Salimos del bosque a un tramo abierto.

Cuando el camino, junto a una baliza, se interna de nuevo en arbolado (unos 50 metros después de abandonar el claro) y comienza a subir con curva a la izquierda, seguimos rectos por senda a la derecha que también sube hacia un collado cercano.
Llegado a éste comenzamos a descender con suavidad por una depresión entre el arbolado. Inmediatamente podemos empezar a ver rocas de todo tipo de formas. Al igual que en la zona más conocida del «Hayedo encantado», las grandes formaciones pétreas nos van a estimular la imaginación...
A partir de aquí la dirección básica que mantendremos será, fundalmentalmente, la oeste-este que sigue la propia depresión que hemos mencionado. Pero tanto a derecha como a izquierda los innumerables rincones que iremos visitando son difíciles de cartografíar.

«El Melenas» es uno de los primeros ejemplos. En el mapa siguiente está rotulado con el cuadrito nº (2).
De cada elemento que aquí describimos damos su referencia en dicho mapa, por si puede servir como herramienta de identificación.

Cada número del mapa es un elemento señalizado como interesante. La cercanía entre los mismos es tal que resulta de todo punto imposible describir un itinerario absoluto para verlos.
No obstante se puede observar que principalmente hay dos zonas donde estas formaciones abundan. La primera en las cercanías del collado inicial descrito, y después otra separada unos 700 metros en línea recta hacia el este.

Aquí tenemos la relación entre ambos recorridos. En el que describimos en la otra ruta publicada con anterioridad a ésta el camino nos acercaba a la ladera y después subíamos hacia el norte, incluso hasta el borde de la sierra (1).
En este segundo recorrido, más detallado en el mapa anterior, nos mantendremos por el interior de la depresión descrita (2).

«El vasco» (3) o Txapela. Después de pasar junto a una roca de bordes retorcidos (La «Manta Raya»), por
la derecha, entre rocas verticales y paralelas, hay un paso espectacular, estrecho, que desciende tortuosamente hacia...

«El águila» (6). En la parte baja de este minidesfiladero emergen de la hojarasca sus alas y su cabeza.

Al final de este lugar estrecho salimos por debajo de «El puente».
A pocos metros está «La cabeza de tortuga» y al fondo varias moles con grietas entre las mismas y aberturas que atraviesan sus paredes.
A la izquierda entre rocas verticales otra de enorme tamaño se sustenta prácticamente sobre un par de puntos mínimos (nº 8 en el mapa).
Ahora bajamos a la parte más deprimida y avanzamos por el hayedo más hacia el este.

«La Maza» o «La Seta». La miremos por donde la miremos tiene una forma regular. Es un gran pedrusco sobre una columna.

En la imagen «La Esfinge» o «Gigante» (18).
Poco más adelante, entre el arbolado, vemos un inmenso camello con Baltasar encima (9), todo cubierto de verde.

El «Morro de Tiburón» (10). A la derecha del mismo otra formación semeja la «proa de un barco».

Estrechos callejones entre paredes, con agujeros que comunican los pasillos nos permiten entrar en una zona muy sugerente. Por la derecha, lo que parece una cueva es un corto túnel que sale a una zona con bastantes ortigas.

Salimos a senda que marcha en dirección este, ligeramente elevada por la derecha de la depresión.
Avanzamos poco más de cien metros y entonces bajamos hacia el tronco partido de un haya, que nos sirve de referencia para dar media vuelta y explorar la otra vertiente de esta vaguada, iniciando el regreso hacia el oeste, desviados ahora escasos metros hacia el norte del itinerario de ida (Véase en el mapa antes citado los puntos marcados como «Senda» y «Regreso»).

Punto nº 12 del mapa.
Volvemos por la parte más profunda de esta vaguada, dejando en los primeros metros a la derecha las rocas hasta este punto, donde una mancha amarilla de líquenes nos indica el punto donde podemos internar entre los pasadizos de rocas verticales y paralelas.

Podemos atravesar, después de la primera hondonada, un pequeño túnel.
A 50 metros nos desvíamos subiendo hacia la derecha.
Un rato después...

Encontramos un muro relativamente vertical formado por unas paredes onduladas de colores muy claros (13). Las rodeamos hacia la izquierda.

«El dolmen» (15).
De forma natural una roca plana ha quedado situada sobre dos columnas de unos cuatro metros, adoptando esta estructura. A la derecha hay otros grupos rocosos entre los cuales una piedra se sostiene en precario equilibrio sobre dos puntos muy pequeños.
Más allá torcemos hacia arriba (a la derecha).

Después de un pasadizo otra formación más pequeña: «El caracol» (16).
Pronto encontramos camino ascendente que va a la derecha. Seguimos en dirección oeste.
Algo más tarde, cuando nos encontramos una roca que parece la aleta caudal (la cola) de un tiburón, bajamos hacia la depresión para buscar el camino final de regreso (17).

En la imagen «El Dromedario recostado».
Volvemos ahora al punto de desvío del camino inicial, debajo del collado, e iniciamos el regreso hacia la carretera.

De nuevo en la carretera.
A pocos metros a la derecha está la caseta de información.
Nota final: Lo que aquí hemos descrito no es sino un mínimo resumen de lo visto. Hay muchísimos rincones más. No hemos hablado de pequeñas cuevas, de rocas sustentadas sobre un minúsculo pedestal, de formas curiosísimas que sugerían multitud de nombres. Mejor es ir y disfrutarlo.

De acuerdo con la exploración realizada por los hermanos Pla se pueden delimitar seis zonas diferentes:
Zona 1: implica desde el hito nº 2 al 8 del mapa.
Zona 2: La zona dominada por los hitos 18 y 9 (El Gigante y Baltasar)
Zona 3: Desde aquí hasta el hito nº 10 (El «Morro del Tiburón»). A partir de este punto nos adentramos en la
Zona 4: Es la zona más alejada, y tan rica en rincones y figuras como la zona inicial. El dolmen sería la última de las figuras de esta zona. Después de la misma un camino transversal nos separa de la zona 5.
Zona 5: Es la parte final antes de volver otra vez hasta el collado. Es muy alargada y está dividida en dos (este y oeste).
Zona 6: Sería la zona comprendida entre la parte sur de la ruta del Hayedo Encantado y la parte norte del Laberinto de Figuras de Piedra. Queda fuera de la zona descrita en el recorrido, y estaría delimitada en su parte norte por un camino que marcha de este a oeste.