Si entramos a Roncal por la carretera que viene de Pamplona, encontraremos a nuestra izquierda un aparcamiento idóneo para dejar nuestro medio de locomoción.

En frente nuestra se encuentra el frontón «Julián Gayarre» y el Colegio Público.

Cruzaremos el río utilizando el puente y nos adentraremos entre las bellas calles de la localidad roncalesa.

Tomaremos como punto de referencia la calle que se inicia a la derecha de la casa de los porches.

Desde aquí nos dirigiremos siguiendo los carteles de la casa museo de Julián Gayarre, de acuerdo al recorrido que se puede ver en la fotografía de la izquierda.

Después de haber pasado por unas preciosas casas, llegaremos a la altura de una gran casa blanca rotulada con el nombre de «casa Arana».

Justo antes de ella sale a nuestra izquierda una cuesta empredrada que nos lleva al inicio del camino.

Poco después, una vez superadas las casas más altas de la localidad, entramos en una pista.

En cuanto, la maleza de la ladera de la izquierda nos lo permita, ascenderemos por ella y saldremos a la parte superior de esta pista.

Normaalmente es una zona maderera y no nos sorprenderá encontrarnos con abundantes troncos y si el suelo está mojado con un generoso barrizal.

Cruzamos la pista, y divisamos en frente nuestra una clara entrada en el bosque.

La alcanzaremos y seguiremos nuestra travesía por ella entre pinos, enebros y bojes.

Llegaremos a una bifurcación clara del camino, donde tendremos que tomar el que tenemos a nuestra izquierda.

"La pista se irá conviertiendo poco a poco en un sendero bastante definido que nos llevará a contemplar a nuestra derecha las laderas de un monte, que no son otras que las estribaciones inferiores de Santa Bárbara.

El sendero desembocará en un pequeño raso que nos ofrecerá entrada en su otro extremo hacia el pinar.
"

Entraremos en un raso que se irá cerrando con unos enebros.

Desde aquí, seguiremos la senda más marcada que encontraremos a la izquierda del pinar para luego seguir por la parte derecha de la ladera del mismo.

Saldremos a una zona más abierta, aunque podríamos seguir por el camino, que aún estando un poco cerrado permite su paso.

Comenzamos a encontrar marcas de GR.
Hemos preferido pasar a la zona superior y seguir.

Estamos en una zona bastante singular, en la que el cruce de sendas y caminillos nos pueden hacer perdernos en nuestra ascensión.

Desde aquí seguiremos por la parte central de la loma que va ascendiendo.

Entre pinos, bojes y algún roble... seguimos ascendiendo, ya de forma clara y sin problema alguno de deprdernos por los cruces de sendas.

Llegaremos a una especie de redil, que parecen los muros de una antigua borda. Este es un buen sitio para realizar una parada en nuestra actividad.

Desde el punto anterior, seguiremos ascendiendo y poco a poco observaremos como se va desviando el sendero hacia la derecha para alcanzar el collado en la parte inferior de Santa Bárbara.

Collado al que llegaremos, a los pocos metros de salir de la zona de coníferas.

Al salir al collado podremos ver, incluso con mucha niebla una pista que discurre por la ladera norte. Esta pista llega también al collado que separa Santa Bárbara de Kakueta.

Antes de la pista vemos también unas bordas.

Desde aquí no tendremos más que seguir la cresta para llegar a la cima de Santa Bárbara.

Llegaremos a una zona intermedia para girar hacia la derecha hasta alcanzar la cima de Santa Bárbara.

Desde aquí comenzaremos un suave descenso hacia el collado que una las cimas de Santa Bárbara, Izagra y Kakueta.

Este descenso está marcado por las suaves huellas de vehículos.

Llegaremos al Collado, y cuando este comienza a dar paso a la ladera de ascensión, nos encontraremos con el paso de caminos que une dos valles.

Puede observarse la cercanía de la pista descrita en el punto del colladode Santa Bárbara y el paso del camino a otro valle.

Ascenderemos poco a poco hacia Kakueta, pero antes de coronar su cima, habremos alcanzado la de Izagra (1418 m.), que se caracteriza por encontrarse allí algún tipo de edificio totalmente en ruinas.

Con un poco más de esfuerzo llegaremos a Kakueta.

Desde la cima iremos descendiendo en dirección noreste hasta que nos encontremos con una pista y el camino de descenso hacia Isaba, marcado perfectamente con señales de GR.

En una curva hacia la izquierda, abandonaremos el camino por la derecha.

Iremos ascendiendo suavemente por una ladera señalizada convenientemente con estacas de GR.

En la parte superior de la ladera, daremos un giro hacia la izquierda, para seguir con el camino y evitar la ascensión a la colina.

"La senda sale a un antiguo collado pista que va por el collado.

Esta pista desembocará en otra más moderna.

Tomaremos el sentido ascendente de la misma, es decir por la derecha.

Si tomamos el sentido de descenso, nos encontraremos con una señal de camino equivocado."

En la parte superior de la pista, cuando e sta comienza a descender por el hayedo, tomaremos a unos cinco metros del inicio del descenso una preciosa senda que nos introducirá y conducirá por el hayedo.

Se trata de un hayedo precioso, al que hay qie ir prestando atención, ya que nos deleitará con gratas sorpresas.

La senda nos ha devuelto a la pista, y es en este punto donde tendremos denuevo que abandonar la pista para seguir por el hayedo.

Aunque hay una marca de GR, es fácil no tomar este desvío.

A la salida del hayedo más frondoso, nos encontraremos con las ruinas de lo que debió ser una gran borda.

Allí giraremos hacia la izquierda y seguiremos descendiendo por el camino, bien señalizado.

Un poco más abajo es donde podremos encontrar las askas de madera que se ven en la fotografía.

"Llega un punto que la senda alcanza un desvío a la izquierda, que aunque bien señalizado, no está de más que hagamos una especial referencia a ello."

Después de un precioso descenso por una senda que puede hacerse cansina en época de lluvias, llegaremos al Santuario de las Idoias.

Lugar de gran tradición para los izabarres, que celebran la romería el primer domingo de Julio.

El primer domingo de Julio

Llegamos a Isaba, descendiendo suavemente desde «Las Idoias».