Empezamos en la plaza. Es la más espaciosa del valle. Destaca en ella el Ayuntamiento, coronado por su pequeña y curiosa torre del reloj. Un busto de Ciriaco Morea (1854-1936) preside la fachada. Es uno de los indianos nacidos aquí que hicieron fortuna en las américas y que a la vuelta favorecieron a su pueblo. Costeó la nueva carretera que llegaba de Aribe, la escuela, el ayuntamiento y llevó al pueblo la electricidad en 1.913.

Nos acercamos a la carretera que cruza el pueblo. Junto a ella esta la fuente de Txiquirrín. Levantada por otro de los indianos que trajeron progreso al pueblo, del que toma este curioso nombre. Está junto a la carretera, en la calle que da acceso a la plaza. Es una fuente sencilla, de dos caños y con una placa alusiva a su promotor. Sus aguas son claras y frías. No dejéis de dar un trago.

Bajamos de nuevo hacia la plaza. Antes de entrar en ella nos desviamos por la primera calle a la derecha y llegamos al lavadero. Hoy no llega el agua al mismo pero se conserva tal y como era cuando las mozas y mujeres del lugar lo utilizaban no solo para lavar, sino también para comentar los sucesos del valle. ¿Cuántas canciones, cuentos, historias y chismes habrán escuchado estas paredes?

Volvemos a la plaza y la atravesamos para llegar al monumento principal del pueblo, su iglesia. La Iglesia de San Andrés apostol es una de las mas bellas que podemos ver en el valle de Aezkoa. Es un edificio del siglo XIII con aportaciones posteriores. Es de una sola nave con cabecera de testero recto y se cubre con bóveda de cañón apuntado sobre arcos fajones. Posteriormente se le añadieron sendas capillas, cubiertas con bóveda de crucería simple con claves.
Se accede a la iglesia por un pórtico que protege lo más destacado del monumento: su portada románica, cuyas arquivoltas descansan en columnas con capiteles decorados con motivos vegetales, entrelazados, volutas y estrellas de tradición románica.
Junto a la Iglesia está el cementerio, pequeño y tranquilo, con bonitas vistas a los montes cercanos, donde podemos ver algunas estelas antiguas. Se dice que aquí está enterrada la última bruja del valle.

En Garaioa podemos ver uno de los hórreos que están declarados bien de interés cultural por el Gobierno de Navarra, el de la casa Maisterra. El nombre de Garaioa tiene que ver con los hórreos. Garaia significa hórreo en euskera. En este pueblo había decenas de hórreos pero fueron destruidos por los franceses en la Guerra de la Convención, a finales del siglo XVIII. El hórreo servía para proteger los cereales y legumbres de los roedores y la humedad. De los 22 hórreos que quedan en Navarra, 15 se encuentran en Aezkoa.

Saliendo del pueblo por el camino antiguo hacia las Abaurreas, sobre roca natural se alza el mejor crucero del valle de Aezkoa. Sobre varias gradas de piedra se levanta la tosca cruz donde todavía se adivina al crucificado. Es del siglo XVI, tiempos de persecución de las brujas de la zona. En 1575 se llevaron hasta Logroño a seis vecinas de Garaioa a ser juzgadas por la Inquisición. Cuatro de ellas murieron por los tormentos a los que fueron sometidas.

Seguimos la pista hasta la carretera y caminamos en dirección a Abaurrea. En pocos metros vemos el molino, al que se accede por una pista de tierra que sale a la derecha. Lo hizo construir Ciriaco Morea para llevar la electricidad al pueblo. Estuvo en uso desde 1.913 hasta 1.948. Podemos acercarnos y ver su interior pues hoy está abandonado. Cuentan las leyendas del lugar que era lugar de reunión de las últimas brujas de Aezkoa.

Regresamos al pueblo. El frontón está en la salida hacia Aribe. Frontón cubierto y moderno. Junto al frontón podemos empezar dos de las muchas rutas montañeras que empiezan en el pueblo: Ugatrina - Itzagibel - Villanueva de Aezkoa Cuevas de Artexe
También desde Garaioa podemos subir a Peña Sanagra hacer en bicicleta la ruta de las bordas o los senderos locales que están indicados junto a la carretera que atraviesa el pueblo: Iturta - Otarratz y Mirador de Zamariain.

Cerca del frontón y justo en la salida del pueblo hacia Aribe encontramos una hornacina con una bonita imagen de la Virgen del Carmen. Patrona de los marineros que ha cambiado aquí los azules del mar por los verdes de los prados aezkoanos.
Garaioa es un pueblo pequeño pero con mucho que ver y andar. Seguro que si lo visitaís no os va a decepcionar...