Partimos de la presa del embalse de Eugi.
Empezamos por cruzarla desde la carretera hasta el lado contrario.
Al otro lado, más allá de la caseta de válvulas, sale, por el borde del embalse, una pista llana que gira con suavidad a la derecha y empieza a bordearlo.

La pista nos permite ver al otro lado, a medida que avanzamos, la localidad de Eugi y en medio la superficie del embalse.

Entre los helechos se mete un camino a la izquierda y asciende por la pendiente.
Nos desviamos por el mismo. La pendiente es algo acusada, el suelo herboso. Marchamos por el bosque en el que predomina el hayedo (aunque no faltan algunos robles). Numerosos arces salpican también la espesura.

El camino se estrecha un poco, el suelo se vuelve herboso y va girando hacia la izquierda.
Una alambrada cruza el camino. Ni siquiera es necesario abrir la langa. Se puede pasar por debajo. Bojes y zarzas cubren el sotobosque a ambos lados del camino.

En una zona amplia hay una bifurcación de sendas con unas piedras en el centro.
Por la izquierda, ascendemos cambiando de dirección.
Pronto el itinerario se vuelve senda semiabandonada con bastante pendiente.
Tres minutos después alcanzamos un pequeño rellano y giramos 90º a la izquierda.

Tras un tramo de senda relativamente llana, y con la cresta a la derecha, abandonamos la misma por este lado y, por terreno semilibre y en dirección sur buscamos la pista que recorre la parte superior.
Buscando el paso entre los matorrales, en breve trecho llegamos a…

Pista de las antenas.
A la izquierda, por piso herboso. Enseguida atravesamos un paso canadiense.

Dejamos atrás la antena de TV y llegamos, en el espolón rocoso, hasta las de telefonía móvil.
El lugar, a pesar de su modesta altitud, tiene un hermoso paisaje a sus pies.

Debajo, hacia el sureste y a vista de pájaro, tenemos la localidad de Urtasun y la planta potabilizadora de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.
Enfrente la cima de Azegi.
Si descendemos unos metros hacia el nordeste tendremos también una buena vista de parte del embalse y de la localidad de Eugi, con el monte Iramendi sobre ella.

Ahora volvemos sobre nuestros pasos. La pista que hemos pisado en los últimos metros nos llevará hasta Iragi. La tomamos en suave descenso hacia el oeste.
Después de volver a cruzar el paso canadiense antes citado pasamos otro más a los siete minutos de bajar desde las antenas.

Un camino se va a la izquierda. Seguimos por la pista. Entre prados y matorrales el tránsito es muy plácido.

Cementerio viejo de Iragi. El pueblo queda debajo.
En la ladera de enfrente se ve la línea de la carretera que asciende los últimos metros del puerto de Egozkue.
Tras varias curvas de fuerte descenso…

Iragi
Pueblo pequeño, de hermosas casas. Por aquí pasa la carretera que arranca de Urtasun y cruza la barrera montañosa entre Esteribar y Ultzama por el puerto de Egozkue.

Pasamos junto a la iglesia, por su izquierda, para descender, al otro lado del pueblo, por el camino que marcha hacia el norte, hacia Burdindogi y Goitean.

Una senda clara se mete en diagonal hacia la derecha para descender entre el arbolado y atajar un largo lazo que traza la pista.
Como referencia tenemos a la izquierda de la pista, en este punto, una zanja con un registro de agua.
Entre el arbolado podemos divisar debajo la línea clara de la pista.
Con suelo bastante irregular descendemos con rapidez.

Reencontramos la pista. Ahora a la derecha para cruzar la regata (Beitetiko erreka) por un puente.
De inmediato, en cuanto lo cruzamos…

Abandonamos la pista por la derecha, por camino que marcha cerca del cauce de la regata. Desde el principio nos metemos bajo el arbolado.

Cruzamos un puentecillo sobre una regata lateral que desemboca en la principal.
Avanzamos por un paraje boscoso de gran belleza. De vez en cuando encontramos entre las hayas algunos castaños, tan longevos como el de la imagen. Algunos están caidos en el camino, afectados por la enfermedad de la tinta.
1:44 - Un camino se desvía a la izquierda ascendiendo. Mantenemos el de la derecha, sin ascender.

Momentáneamente el bosque cede el paso a una ladera de helechos y argomas. Enseguida volvemos de nuevo a la espesura.

Langa en alambrada.
El cauce de la regata sigue acompañándonos por la derecha.
Enseguida dejamos atrás, elevada a la izquierda del camino, una cabaña que luce paredes de chapa.
El camino aparece algo más arreglado, con marcas de rodadura.

Topamos con la pista que circunvala la orilla del embalse, justo en una curva cerrada.
Por la derecha, cruzando la regata y siguiendo en llano.
Es la misma pista que hemos abandonado al empezar la excursión. Ahora regresamos hacia la presa.

Otra vez pasamos junto al punto en el que hemos abandonado la pista al comienzo.
Por el interior del hayedo podemos volver a disfrutar de la cercanía del embalse.
Ahora seguimos rectos.

Presa del embalse de Eugi. Cruzamos al otro lado y terminamos la excursión.