En el somontano de
Ezkaba (San Cristóbal), en su ladera sur, se asientan históricamente varias localidades que aprovechan una afortunada confluencia de circunstancias: cercanía a la capital, presencia de agua, el resguardo que toda ladera orientada al sur supone…
Hoy en día estos pueblos han dado lugar a urbanizaciones que han enriquecido a muchos promotores. Aprovecharon (y aprovechan) la cercanía a la capital y al mismo tiempo esa situación semi-rural. Hace treinta años fue peor lo que sucedió con
Ansoáin y
Berriozar, cuando la vivienda social se hizo tan necesaria y la ausencia de normas urbanísticas restrictivas en estos municipios permitió la construcción de grandes barrios dormitorios prácticamente sin ningún tipo de servicio. La urbanización, aun con mejores planteamientos, no deja de atacar si es necesario el entorno, haciendo que desaparezcan, por ejemplo, algunos caminos que unían de siempre a estas localidades. La compañía, cercana a las mismas, de muchas instalaciones industriales, hace que la mezcla resulte un tanto inestable y caótica. Nada mejor que verlo desde arriba.
Todavía tenemos infraestructura suficiente para disfrutar de este paseo que para mucha gente resultará totalmente desconocido (estando como está a pocos pasos de su domicilio). Un caminar plácido y agreste al mismo tiempo, una vista sobre la capital y su cuenca poco usual y la cercanía de todo ello nos permitirá escaparnos por estos lugares en cualquier mañana o tarde en la que dispongamos de un par de horas de asueto.
En 2010 hemos actualizado el recorrido debido a las obras que ha acometido el ayuntamiento de Antsoain para recuperar parte de este itinerario.