El monasterio de Leire es lugar importante en Navarra.
Anualmente se celebra en él una misa por el alma de los reyes de Navarra. No en balde, durante un tiempo, fue el poseedor de más de la mitad del territorio navarro. Rico en donaciones y prebendas a lo largo de su historia hasta el siglo XIX.
Hoy es lugar de culto y visita obligada para los amantes del arte medieval. Además de todo el conjunto, románico con algunos toques del gótico, bajo el suelo de la iglesia se encuentra una cripta de estilo pre-románico. También merece la pena acercarse los domingos a la misa de mediodía para oir el canto gregoriano de sus monjes, o buscar a alguien que nos cuente la vieja leyenda de San Virila junto a su fuente.
Pero además es un lugar privilegiado en cuanto a riqueza paisajística. Enclavado al pie de la sierra del mismo nombre, bajo la cima de Arangoiti, domina desde una elevada posición el corredor del río Aragón, embalsado en este lugar por la presa de Yesa que alimenta el canal de riego de Bardenas.
Pasa también por el monasterio la cañada real de los roncaleses y uno de los ramales secundarios del Camino de Santiago. De ahí que sea visitado con asiduidad por los montañeros.
La ruta que aquí se describe va por esta cañada real (antiguamente señalizada como GR), para ascender hasta el collado de La Cerrada (bajo la cima de Castellar), mugante con la provincia de Zaragoza. Desde el mismo se desvía hacia la cima. Podemos efectuar el regreso por donde hemos venido, pero si queremos podemos enlazar, como se describe en un recorrido Montañero también
publicado en esta web, por las crestas de la sierra, con el camino que asciende hacia Arangoiti (descrito íntegramente en
otro recorrido).
Por si fuera poco, el recurso a esta zona es típico de esos días en que las nubes se agarran a los montes del Norte de la comunidad, ya que aquí es posible en algunas de estas ocasiones encontrar un clima mucho más benigno, como nos ocurrió el día en que tomamos los datos del itinerario.