Situamos el punto de partida delante del ayuntamiento de Ituren, en el centro de la localidad.
Avanzamos por la carretera en dirección oeste. Al norte vemos la cima de Mendaur y la ermita, casi mil metros sobre nosotros.

Tras una curva a la derecha, dentro del pueblo, llegamos a un paso de cebra. Al otro lado, desde una zona enlosada, arranca una calle cementada, con una casa a la derecha con porche de madera en su primera planta. Hay unos contenedores de reciclaje en el mismo cruce con la carretera.
Un mojón queda en el lado izquierdo de la calle. Algunos metros más adelante hay una desviación a la izquierda, en ascenso, dejando una nave a la derecha.
El camino asciende fuertemente, saliendo del pueblo y haciendo eses entre robles.

Sesenta metros después de terminar el cemento encontramos una bifurcación.
Un prado con puerta metálica queda enfrente. Vamos por el ramal de la izquierda. Camino entre robles americanos jóvenes. Vamos inicialmente en llano, incluso en ligero descenso. Después asciende suavemente, con helechos a la izquierda entre los que asoman algunas metas. También hay algunos castaños.
Pronto adelgaza la ruta hasta hacerse una senda estrecha entre helechales y argomas. Amenaza con cerrarse, pero termina por cruzar una regata.

Puentecillo, sin barandilla, de vigas recubiertas de chapa oxidada en bastante mal estado.
La senda trepa al otro lado a la derecha, por el interior de bosque. Llevamos la regata a la derecha mientras vamos remontando.

Alcanzamos la parte superior de este bosquete, alejándonos de la regata hacia la entrada entre dos tapias, a la izquierda. Una maraña de lianas parece amenazar el paso.
El camino, pedregoso, se acerca a una borda que queda junto a la tapia, a la izquierda, y que alcanza en 90 metros. Enfrente tiene un cruce, que tomamos a la derecha, y se acerca a una segunda borda, algo más alta en el terreno, olvidando el camino principal que desciende al frente (ver imagen siguiente).
Ascendemos por camino entre helechales. También aquí vemos metas a la izquierda.

Encontramos una pista. Nos incorporamos a ella y subimos a la derecha.
La pista traza varias curvas y va remontando la ladera, primero hacia el este, después largo rato hacia el oeste, y de nuevo, tras curva cerrada a la derecha, al este.

En la cuneta de la izquierda de la pista hay una senda que sale en ascenso perpendicular a la izquierda. El punto es fácil de reconocer, pues una estrecha tubería de pretensado permite el desagüe de la cuneta mientras sobre ella arranca la senda.
Ascendemos perpendiculares a la ladera. Tras unos minutos de fuerte ascenso superamos una zona algo rocosa en el suelo y se suaviza un poco al girar a la derecha.

Tras ascender fuertemente y seguir la loma se le une otra que sube de la derecha y va desviándose ligeramente a la izquierda para marchar por media ladera en dirección hacia el dique del embalse, visible al oeste.
Desde aquí se ven los molinos de Zuparrobi y los pueblos del valle.

El camino marcha faldeando, casi en horizontal. Pasamos entre dos bordas en ruinas. En medio hay un mojón. Ascendemos entre los árboles. Tras fuerte ascenso entramos en una zona de la ladera rocosa y con un cortado a nuestra izquierda. La senda desciende un poco por una serie de repisas rocosas. Se acerca a la zona de la presa del embalse.

Tras pasar una zona rocosa, en la que conviene mantener la altura, con la senda algo desdibujada, entramos en una mancha de hayedo que cubre la ladera.
Nuevas ruinas aparecen junto a nuestra senda.

Salimos del hayedo.
Frente a nosotros está la presa del embalse, a unos 300 metros. En medio hay una fuerte pendiente cubierta por una mezcla de rocas, helechal y argomas. Hemos de buscar la zona más sencilla, enlazando restos de sendas, pasando con cuidado por las zonas rocosas, para alcanzar el otro lado (unos 200 metros).

Alcanzamos otra mancha de hayedo que crece pegada a la presa del embalse, formando a modo de un collado sobre la misma. Hay ruinas de otra borda.
Descendemos hacia ella.

Presa del embalse.
Cruzamos sobre la misma para alcanzar el otro lado, donde tomamos un ancho camino que asciende desde el barrio de Aurtitz. Giramos a la derecha para descender por la pista. Nos dirigimos hacia otro dique orientado al noroeste, y que tiene aspecto de desaguadero para cuando el embalse se llena en exceso.
Entre robles y hayas marchamos al norte. Otro camino viene del oeste y tiende a unirse con el nuestro. Atajamos y marchamos hacia el dique mencionado.
Después el camino asciende por la cola del embalse.

Encontramos en un cruce una baliza que indica, con señales de PR, Ekaitza a la izquierda y Mendaur a la derecha.
Ascendemos... Cruzamos un riachuelo y después otro algo más ancho, por rústico puente con dos vigas de madera. El camino ha ido dando la vuelta y está en el otro lado del embalse.

Una borda en medio del bosque tiene una señal de giro en su fachada, a la izquierda del camino, que nos indica por dónde atacar la subida, saliéndonos de lo que parece el camino principal.
Ascendemos recto, por fuerte pendiente. Hayas a la izquierda y alerces a la derecha.
Ocho minutos después encuentra el camino principal que subía por la derecha haciendo eses.
El itinerario se hace más estrecho y se adapta a la irregularidad del terreno.

Salimos a la parte superior del bosque, cerca del collado Buztiz, entre Mendieder y Mendaur. A partir de aquí tenemos terreno raso, con prados de altura.
Ruinas de una borda. La senda se acerca hacia el collado, en medio del cual vemos un hito rocoso. Al fondo, en el horizonte, asoman Larún y la línea del Cantábrico. Pero podemos atajar subiendo rectos a la derecha para tomar la senda que asciende por la ladera de Mendaur.

De un pequeño arroyo junto al camino sale un tubo de goma que indica la posibilidad de reponer la cantimplora si lo consideramos adecuado.
Seguimos subiendo y alcanzamos los famosos «escalones de piedra» (dicen que setenta). Poco antes dejamos a la derecha una plantación alambrada de tejos. Entre grandes rocas cambiamos de vertiente y alcanzamos la ermita por su fachada.

Cima de Mendaur.
Ermita, encalada y cuidada. A la derecha está el buzón en zona rocosa, algo oxidado, junto a un pararrayos. Pocos metros más al oeste, algo más baja, hay una cruz de hierro incrustada en la roca.
El buzón dice: «Mendaur - Goratasun/Altitud: 1136 m. - Apirila 1991». Tiene forma de caserío. Otro buzón de acero inoxidable está suelto, a escasos metros. Tiene una placa circular sobre la caja, con unas hojas de roble y bellotas grabadas en su centro. Es de noviembre de 1991.
La vista alrededor es impresionante. La atalaya de Mendaur se alza sobre todos los valles circundantes con gran verticalidad. Especialmente vistosa es su vista de Ituren, muy abajo, a sus pies.
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Descendemos por el mismo recorrido hasta alcanzar el dique noroeste de desagüe junto al embalse (es decir, no el principal sino el último que hemos pasado).

Escasos metros después de pasar junto a la abertura central, vertical, que presenta este dique, una baliza indica la desviación a la derecha, por camino bien marcado, del PR NA-104, que desciende hacia el barrio de Aurtitz. Nos acompañan señales amarillas y blancas.
El camino desciende por hayedo, con la regata siempre a su derecha. Fuerte pendiente. Suelo irregular, pedregoso. Muchos helechos en el sotobosque.

Borda en ruinas, como siempre rodeada de fresnos, a la derecha del camino.
Diez minutos después llegamos a una zona donde el arroyo queda más o menos a nuestra altura. Hay muchos cairns que, por si acaso, señalan el itinerario.
Tenemos que cruzar al otro lado. Hay aquí una toma de agua cuyas tuberías pronto vamos a ver.

Un puente que lleva en su seno la tubería de toma de agua cruza el propio cauce. Nosotros descendemos por la orilla derecha, sin cruzar sobre él.
Nos apartamos del cauce y cinco minutos después llegamos a...

Pista. En la confluencia hay una baliza. Descendemos unos metros por la misma.
Una señal del PR nos invita enseguida a salir de la pista por camino descendente.

Volvemos a encontrar la pista. Torcemos a la izquierda en descenso. El ascenso en sentido contrario está señalizado con cairn y baliza. Poco más abajo cruzamos la regata y seguimos por la izquierda.
La cubierta boscosa es ahora robledal. La pista desciende con suavidad en dirección este. Helechos y argomas en el sotobosque.
Cinco minutos después una pequeña baliza y un cairn nos permiten dejar la pista e iniciar descenso fuerte. Es poco antes de llegar a un cruce con otra pista. Desciende sensiblemente, entre helechos y más tarde por bosque. Tras un rato llanea y se vuelve un camino herboso.

Cruzamos camino ancho, perpendicular. Seguimos de frente.
Está ya muy cercano el barrio de Aurtitz.
Dos minutos después pasamos una alambrada por un portillo abierto. Seguimos camino descendente, a la derecha, bastante ancho. Tras un par de curvas entra en bosque, en descenso suave. Robles americanos y del país mezclados.

Pasamos bajo la tubería redonda que viene de la central del embalse.
Aunque vemos el depósito de aguas cercano, pocos metros antes nos desviamos por senda a la derecha.

Entramos en Aurtitz tras cruzar un puente con barandilla metálica sobre una regata. Por la derecha nos acercamos a la carretera (en tres minutos), que tomaremos hacia el este (izquierda), en dirección a Ituren (algo menos de 1 km).

Ayuntamiento de Ituren.
Fin del recorrido.