Funes es un pueblo donde el agua fluye por todas partes: el Arga, el Aragón y el Canal de Navarra vadean su término acompañados de humedales, pozos y madres viejas (tramos de antiguos cauces fluviales abandonados por el rio). Bordeando una de estas madres viejas, un pastor con el que nos encontramos nos comentó que en muchas zonas del término “si agujereas el suelo más de cinco metros, seguro que encuentras agua”. Su término municipal limita, siguiendo las agujas del reloj, con Peralta, Marcilla, Villafranca, Milagro, Rincón de Soto y Azagra. El Arga divide el término en dos partes, unidas por un solo puente, el del casco urbano. La zona este, es decir, la margen derecha del rio, ocupa como tres cuartas partes del término mientras que la zona oeste, la margen izquierda, apenas la cuarta parte restante. Nuestro paseo transcurre por esta segunda zona. Al comienzo pasearemos por la orilla del Arga, acercándonos a sus humedales y sus sotos, más tarde por la orilla del Aragón, para terminar el paseo a orillas de la Madre Vieja. El recorrido es prácticamente llano y transcurre por pistas agrícolas, entre campos liecos, choperas y también grandes parcelas de cultivo, en las que destacan los frutales (pera y manzana), el maíz, así como el puerro y el brócoli. En las zonas de las riberas de los ríos, de los humedales y en los sotos, podremos contemplar una gran cantidad de aves acuáticas (cigüeñas, garzas, garcetas, fochas…) y diferentes rapaces.