Iniciamos la ruta desde la iglesia de Arrarats, pueblo al que accedemos desde la Ulzama, en el cruce que marca Igoa y Arrarats. Partimos por la pista que sube al lado de la iglesia. En unos minutos nos encontramos con un cruce, debemos seguir rectos y no girar a mano derecha. Pasamos por dos caserios, mientras vamos subiendo por la pista de cemento, que nos hace salvar bastante altura.

Aproximadamente en media hora se acaba la zona cementada y comienza la pista de piedra. Vemos una bonita regata en el barranco que va a nuestra izquierda. Termina enseguida la pendiente.

En pocos minutos salimos a un descampado, donde debemos girar 90º a la izquierda y seguir por otra pista.
Unos metros más adelante volvemos a encontrarnos con una bifurcación, donde tomamos el ramal de la izquierda, que sube claramente hacia un hayedo joven.

Pasamos una langa y nos adentramos en el hayedo. A 120 metros nos encontramos un camino bien marcado y ancho que nos cruza perpendicularmente. Lo cruzamos y seguimos sin camino, siempre hacia el punto más alto del hayedo, sin meternos en los helechos y matas que hay a mano derecha, buscando la zona abierta y cómoda.

Hasta encontrar esta langa. Seguir hacia el oeste, pocos metros más allá salimos del bosque y entramos en zona de praderío.

Seguimos por el borde derecho, sin adentrarnos en el bosque, siempre subiendo, por un conato de sendero que se marca discretamente en el suelo. Desde aquí tenemos una vista muy bonita de la zona Este de Navarra, todo el Pirineo, la Higa de Monreal y Peña Izaga, más hacia la izquierda.

Vamos subiendo por la hierba, pegados al linde del bosque, hasta encontrar la entrada de un ancho y muy marcado camino

que tomando varias curvas, nos sube directamente al punto más alto de la cima herbosa, Arnaizu.

Hacia el noroeste, dirección que debemos seguir, vemos la cima pedregosa del monte Ireber, a donde nos dirigimos.
Nos orientamos directamente hacia un grupo de piedras, probablemente un dolmen destruido, y siempre en dirección noroeste vamos bajando hacia otras piedras y hasta una cabaña que se ve abajo.

Cabaña de pastores. Seguir por el camino que asciende, adentrandose en el bosque, en dirección oeste. A 20 metros gira a la izquierda 90º y subimos hasta el punto de inflexión, 20 metros más adelante.

En este punto más alto del camino, giramos 90º a la derecha, donde hay un hito, y subimos por senda marcada hacia las piedras que nos anuncian ya la cima del Iriber, dirección NO.

Así, accedemos a la cima, donde hay un cohete de hierro, con cuidado para no hacernos un esguince metiendo el pie en alguna grieta.

Vistas desde la cima del Ireber. Al fondo San Donato.

Bajar del Ireber cogiendo enseguida dirección norte

Tomar un pequeño sendero que se adentra en el bosque en dirección norte. Atravesar más o menos rectos una zona pedregosa, hasta salir en pocos minutos a zona despejada.

Hasta llegar a esta pista. Tomar a mano derecha y comenzar el descenso por la pista.

Llegamos enseguida a esta charca, donde hay un abrevadero de ganado.

Vemos a pocos metros del abrevadero una langa, que debemos atravesar y dirigirnos al bosque por el sendero claramente marcado que baja ya decididamente por el hayedo.

El sendero baja en dirección noreste.

Después de bajar por un bonito camino todo el hayedo durante unos 20 minutos, llegamos a esta langa con puerta de hierro. Debemos seguir por el camino, que va en dirección este, hasta encontrar en pocos minutos

el Nacedero de piedra que vemos en la foto.
Sólo nos resta seguir la pista que vemos al lado, en la dirección en que va el agua,

para en pocos minutos llegar al punto de encuentro, con la subida.Bajamos por la pista de cemento por la que hemos subido hasta llegar al punto inicial.

Y asi llegamos a la iglesia.