Esta excursión no es habitual. Y resulta curioso.
Muchos, muchos habitantes de Pamplona, incluso sin ser aficionados al monte, conocen la ascensión al monte
Ezkaba (San Cristóbal), por una u otra ruta.
Sin embargo muy pocos pueden decir que han dado la vuelta alrededor de esta montaña tan familiar. Y no será por lo interesante de sus parajes y sus vistas.
A pesar de que por su cercanía a la ciudad y por sus usos no es un monte especialmente destacable como entorno natural, todavía muchos rincones de su orografía merecen la pena. Se combinan en el mismo múltiples parajes, restos de nuestra antigua vida rural, caseríos aislados y panorámicas de fuerte contraste entre una y otra ladera. Llama la atención la diferencia de sonidos de fondo.
En definitiva, que desde aquí invito a quien no tenga miedo a caminar veinte kilómetros (que tampoco es para tanto), y quiera conocer algo que tiene junto a su casa desde siempre.
Para acercarnos al punto de partida no es necesario siquiera utilizar vehículo particular. Basta con tomar la línea 11 del autobús urbano hasta su última parada y echar a andar.
Nota: A lo largo del recorrido hay también alternativas. Por ejemplo, desde muchos puntos se puede ascender directamente a la cima y descender combinando con cualquier otra ruta de ascensión. También, a partir de Artica (o incluso desde Aizoain), es posible dar por concluida la excursión y descender al pueblo para tomar otra línea de autobús. O si queremos regresar a través de cintas de hormigón, por la zona ajardinada de la variante Norte, ésta se extiende desde Artica hasta el punto de partida de forma continua.
Otros montes de igual denominación: Con el nombre «San Cristóbal» existen multitud de cimas en la geografía cercana. Sin embargo no hemos encontrado ninguna otra que lleve el topónimo original de Ezkaba.