En lo alto de Piskerra podremos disfrutar de una inigualable panorámica de toda la Bardena Blanca, justamente opuesta a la que hemos disfrutado en los Aguilares, a la entrada. Hacia el suoeste tenemos el polígono de tiro, las Cortinas y los Tres Hermanos, hacia el sureste la cañada real , la Ralla y el Rallón y hacia el noroeste el Vedado de Eguaras,como lugares más destacables. La parte superior sorprende por su vegetación en comparación con el resto, que aparece cubierta por un matorral relicto, posiblemente similar al que recubriría en tiempos la mayor parte de estas mesas antes de sustituirlos por cultivos cerealistas. Este matorral está dominado por unos arbustos de gran porte como romero, Rosmarinus officinalis, sisallo, Salsola vermiculata, jaras, Cistus clusii, sabinas, Juniperus phoenicea, que parecen pequeños cipreses, unos curiosos arbustos de un verde intensos que parecen pinos jóvenes, las efedras, Ephedra major, algunos escambrones, Rhamnus lycioides, algunas globularias, Globularia alypum, y ya de menor porte y menos abundantemente tomillos, aulagas, lastones, albardines y otros. Si observamos la superficie del suelo y el borde superior de este cortado donde estamos nos sorprenderá ver su composición de cantos rodados no muy consolidados. Evidentemente se trata de una formación de terraza fluvial que demuestra que antiguamente el río pasaba a este nivel y posteriormente el nivel de desembocadura ha ido, y sigue, bajando de manera que las aguas se estan volviendo a llevar lo que depositaron hace unos miles de años.
|