Desde la localidad de Rada hemos de tomar la Avda. de Navarra. Cuando llegamos al centro del pueblo hay que girar a la derecha.
Esta avenida termina en una pista que abandona la población y marcha en dirección suroeste. Es posible acercarse hasta ella con vehículo por pistas de buena anchura y buen piso.
Encontramos varias bifurcaciones. Iremos siguiendo las indicaciones de «embalse del Ferial» hasta llegar a divisar la laguna. En la imagen hemos pintado en color amarillo el recorrido.
Al llegar junto a la mancha de agua hay que seguir por la derecha para subir a una zona habilitada como aparcamiento, debidamente señalizada.
Desde aquí iniciaremos el recorrido.

Según llegamos al aparcamiento, que está algo elevado sobre la laguna, veremos dos caminos a la derecha. Uno es la pista que continúa, ahora entre pinos carrascos, con grava y buena anchura. Desciende con suavidad hacia la zona del Mirador.
El otro es un camino ancho, también con estructura de pista, pero menos cuidado. Iremos por ahí, en suave descenso, alejándonos de la zona entre diversos cultivos, en dirección al embalse de El Ferial.

El camino avanza por terreno ondulado.
Después de un cambio de rasante llegamos a una confluencia de múltiples pistas junto a la Acequia de Navarra.
Al otro lado del puente que la cruza se ve la ruta por la que volveremos.
De momento giramos a la derecha, sin cruzarlo, siguiendo junto a la traza de la acequia.

Otro puente.
Otro ramal de desvío se inicia a través del mismo. Tampoco lo consideramos. Seguimos por nuestra pista, con el cauce a la izquierda.

Estación de bombeo.
El edificio regula el paso de agua entre acequia y embalse.
Más allá del edificio cruzamos al otro lado sobre una de las esclusas y, por camino asfaltado, subimos a una presa lateral del embalse.
Así entramos en los terrenos del coto de caza de Bardenas Reales.

Arriba tenemos la presa lateral, a la izquierda. Podemos acercarnos a ella para ver la extensión del embalse desde este lado.

La presa lateral permite una vista general de la mancha de agua.
A la derecha queda el dique principal, sobre el que pasaremos enseguida.
Vemos en todas direcciones manchas de pino carrasco, vegetación que soporta sin problema el clima relativamente árido de la zona.
Dando media vuelta seguimos el carretil hacia el suroeste.

Dejamos a la izquierda, tras la verja, el restaurante.
Amplia extensión de césped a su alrededor.
De inmediato llegamos a…

Presa principal del embalse del Ferial.
La lámina de agua queda al norte-nordeste.
Por el sur podemos divisar el paso de numerosos caminos ganaderos. La Cañada Real no queda muy lejos.
Salimos por el otro lado de la presa y continuamos camino adelante.

Otra pista enlaza con la nuestra, llegando desde la derecha.
Mantenemos la dirección. A la izquierda queda un bosque de pino carrasco tras una alambrada.
Vamos rodeando la depresión del embalse.
0:50 - El bosque de pinos y la alambrada quedan atrás. Al frente barbechos y terrenos de cultivo, en un paisaje llano.

Cruce. Hay una baliza junto al mismo, que señala hacia el embalse del que venimos.
Giramos a la izquierda y empezamos a caminar sobre la Cañada Real de los Roncaleses.

Corral de Bandera.
Aquí es donde tenemos que decidir. Si hemos visto el nivel del embalse relativamente alto, lo aconsejable es continuar por el camino.
De lo contrario lo podemos abandonar, girando delante del edificio 90º a la izquierda y atravesando unos metros de cultivo. Después progresaremos por el barbecho.
Nos servirá de referencia una pequeña construcción que vemos en esa dirección (Cabaña de Rafael Ardanaz).

Si decidimos seguir la pista iremos por ella hasta el siguiente edificio (Corral de Florencio Hernández, a 800 m), donde tomaremos el ramal izquierdo que gira 90º a la izquierda (noroeste). Mantendremos esa dirección ignorando dos caminos que llegan por la derecha al cabo de otros 800 m. Por último, después de evitar otro desvío a ese mismo lado (2,1 km desde el Corral de Bandera), tomaremos el siguiente (Camino de Ribazoblanco), a escasos metros, que sale a la izquierda, perpendicular, en dirección suroeste. Al cabo de otros 700 m, en un cruce de caminos, enlazaremos con el atajo que ahora vamos a describir.

A pocos metros de la cabaña de «Rafael Ardanaz» encontramos la traza de un sendero herboso.
Es el viejo camino que comunicaba con ella. Está en claro abandono, pero perfectamente transitable entre los cultivos. Girando a la izquierda vamos hacia el noroeste.
Trazando una curva amplia a la derecha, y descendiendo, hay un momento en que parece diluirse.

Después de girar a la izquierda, y pasar los restos de una alambrada por escalerilla, nos metemos en un pequeño barranco con vegetación de humedal.

Desemboca el camino en la cola del embalse.
La presencia de abundante vegetación de humedales (cañas, carrizos, tamarices) lo atestigua.
Como hemos dicho, si está con el nivel bajo, la zona es perfectamente transitable.
Manteniendo la línea recta vemos como el camino apunta, en ligero ascenso, hacia un hueco en una línea de pinos.

Alcanzamos los pinos. El camino sube un poco más y recupera la altura de la llanada anterior a esta zona.
Volvemos a ver el paisaje de campos y barbechos.

Cruce.
Un mojón con señal de itinerario de BTT se sitúa a pocos metros. Giramos hacia la izquierda.
Este es el punto donde las dos variantes se unen. Si hemos dado la vuelta más larga llegaremos desde la derecha y seguiremos recto. Estamos en el Camino de Ribazoblanco.
1:42 (7,32 km) - Desde la izquierda se une al nuestro otro camino. Mantenemos la dirección.

Descendemos. Abandonamos el llano en alto para bajar a las cercanías de la acequia.
Entramos en el pinar. Aquí el bosque está mucho más desarrollado que en el resto del camino por el que hemos andado. Los troncos se retuercen y crean sugestivas formas.

Una pista se une con la nuestra desde la derecha.
Entramos en el pinar. Aquí el bosque está mucho más desarrollado que todo lo que hemos visto hasta ahora. Los troncos se retuercen y muestran variadas formas en sus esfuerzos por buscar la luz.

Puente sobre la Acequia Navarra. Al otro lado encontramos el camino inicial (tercer ramal contando desde la izquierda).
En ligero ascenso, volvemos por el camino hacia la laguna.

Aparcamiento sobre la laguna de Rada.
Es el punto inicial, pero quizás merezca la pena una visita al mirador de la laguna.
Para ello tomaremos la pista de la derecha, entre cipreses, que desciende con suavidad.

Conforme descendemos veremos numerosas mesas y bancos entre la vegetación. Finalmente encontraremos señalización y el inicio de unos rústicos escalones que nos permitirán subir un pequeño promontorio.
En lo más alto tenemos el mirador de aves sobre la laguna.
Vemos toda la extensión de la misma. Al fondo se aprecia la localidad, y como horizonte la sierra de Alaiz y Elomendi.

Aparcamiento.
Aquí terminamos.
Para quien tenga interés en hacerlo, puede resultar interesante dar la vuelta completa a esta laguna, lo que supone alrededor de 1,6 km.
En la parte baja existe también una caseta de observación de aves.