El Monasterio de San Salvador fue inicialmente un hospital de peregrinos jacobeos, atendido por canónigos regulares de San Agustín, y a finales del siglo XII se integró en la orden premostratense. El núcleo de la población fue desarrollándose al amparo del Monasterio, cuya economía era muy pujante, gracias a propiedades como la ferrería y el martinete que dependían del Monasterio. Sus abades mitrados tenían asiento en la Cortes de Navarra y participaron activamente en la política del Reino de Navarra. Como ejemplo de esa implicación, el abad Juan de Orbara apoyó la defensa del Castillo de Amaiur en contra de las tropas de Castilla, y al ser derrotados los patriotas navarros, el monasterio sufrió un grave revés. El Abad fue señor de Urdazubi y Zugarramurdi hasta su segregación en 1785. Tuvo su época de esplendor en el siglo XVI pero fue cortada por la Guerra de Convención y la Desamortización de 1885. A finales del siglo XVIII fue saqueado por los franceses, destruyendo totalmente su biblioteca, que contaba con más de 9.000 volúmenes. En 1839 los monjes fueron expulsados definitivamente del Monasterio, siendo acogidos en Loyola. Del antiguo convento hoy queda la iglesia parroquial, construida en piedra, con planta de cruz latina y bóveda de crucería estrellada. El claustro y otras dependencias se habilitaron para viviendas y actualmente la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Baztanés trabaja para convertirlo en Albergue de peregrinos.
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