Construida a comienzos del s. XIII con fines defensivos como lo denotan sus muros y su robusta torre prismática. Su actual aspecto se debe a la remodelación gótica del s. XIV, a la que pertenecen la cabecera poligonal cubierta por bóveda gallonada de nervios así como las cubiertas de tracería gótica de los tres tramos de la nave y de las dos capillas laterales. La portada la componen un arco alancelado que se abocina por ocho arquivoltas con capiteles corridos esculpidos.
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