La Cuenca de Pamplona se encuentra rodeada de montes que actúan como barrera protectora para la capital. Pamplona y su comarca se encuentran en medio de un cinturón montañoso con una altitud en torno a los 1.000 metros.
La Sierra de Sarbil, situada al Oeste de la cuenca, está formada por calizas de origen marino. En uno de sus extremos tiene lo que en geología se conoce como terminación periclinar, ya que la curvatura de la sierra queda interrumpida y accidentada por la falla de Etxauri.
Partiendo de la localidad de Etxauri, al pie de dicha falla, subiremos a las Campas de Sarbil, en medio de las dos alturas más relevantes de esta Sierra, Santa Cruz o Cabezón de Etxauri (1139 m.) y Mortxe (1123 m.). De aquí, llegaremos al Valle de Goñi, para pasar seguidamente a Muniáin en el Valle de Guesálaz. Desde las
salinas del Río Salado, formado por más de seiscientas fuentes, al pie de las peñas de Ustondía, volveremos a subir pasando por Peña Grande y Peña Txikita, dos monolitos calizos formados en el Triásico, para ya descender rápidamente a Vidaurreta y volver a Etxauri.