La GR-220, en su trayectoria oriental, traza un amplio arco que rodea todo el valle de Aranguren por encima de las crestas que lo limitan. La segunda etapa, Ardanaz - Noáin, recorre todo este territorio en un amable tránsito, sin grandes desniveles, pero sí que con algún que otro «diente de sierra».
Recuperada después de la descatalogación, esta etapa no arranca en Gorraiz, por donde ya no pasa el Gran Recorrido, sino en Ardanaz. Visita en primer lugar, en largo tránsito por pistas de vocación cazadora (palomera), la zona septentrional del valle. Pasa por la cima de Tangorri, de donde ha desaparecido el antiguo buzón, además de los pinos que le daban sombra. Después se orienta hacia el sur para ascender a la histórica cota de Irulegi, donde en los últimos años están llevando a cabo tareas arqueológicas de recuperación del castillo.
Después desciende al portillo de Idoate y, cruzando la trazada de la Cañada Real de Milagro-Aezkoa, sigue por la parte meridional del valle para visitar las cimas de Pagadi y Tajonar. Entre ambas descenderemos al amplio portillo de Andricáin.
Finalmente terminamos en Noáin.
La zona recorrida tiene excelentes vistas, a lo largo de todo el recorrido, sobre la Cuenca, pero al mismo tiempo se van sucediendo los panoramas del corredor del valle de Egüés, las cimas pirenaicas, la zona oriental, hacia Izaga, Idoate, Lizarraga, y finalmente el valle de Elorz, con la Higa de Monreal y la sierra de Alaiz como fondo.
Si no se dispone de dos vehículos podemos acceder a
Ardanaz, por ejemplo, con vehículo propio. Después nos acercaríamos al centro urbano desde Noain con la línea 16, y finalmente podríamos tomar la línea 20 que nos llevaría a
Gorraiz, para recoger el vehículo en una corta travesía hasta Ardanaz.