Localidad de Ciáurriz.

Para llegar hasta aquí desde Pamplona tomaremos la N-121-A (Pamplona-Irún), y a la altura de Ostiz nos desviaremos por la NA-4240 en dirección a Lizaso.

En la primera desviación de esta carretera están las localidades de Ciaurriz, Anocibar y Anoz.
Ciáurriz es un pequeño núcleo de población con hermosas y grandes viviendas. Podemos aparcar frente a la iglesia.

Como se ve en la imagen iniciamos el recorrido a la izquierda de la carretera, pasando por delante de la iglesia y el bar «Félix» (casa pegada al templo), para llegar ante un pequeño puente sobre una regata, que tiene a la derecha una fuente con una curiosa placa: «Agua no permisible».

A partir de aquí se abandona el pueblo por una pista de suelo cementado que asciende un poco en curva a la derecha.

En la misma curva sale, recta, una pista con suelo de gravilla. Es el camino de San Urbano que vamos a seguir. (Al volver de Gascue lo haremos por la derecha).

El camino marcha en suave ascenso, con campos de maíz a ambos lados. Alguna nave ganadera se aprecia junto a los campos, que se mezclan con prados.

Hay algunas desviaciones que mueren en los campos cercanos. Seguimos por el principal.

El barranco se va cerrando y nuestro itinerario se acerca al robledal que cubre las laderas.

Al tiempo que la pista deja de ascender una senda se mete entre el arbolado a la derecha y comienza un sensible ascenso.

La tomamos. El suelo es irregular y pedregoso. En el bosque, bajo los robles, crecen arce menor, enebro, espino blanco, madreselva, viburno, avellano...

Pasamos junto a una borda de piedra que dejamos a la izquierda. La pendiente aumenta.

Collado. Rellano en medio del bosque. Enfrente destaca una mancha de pino silvestre.

El lugar constituye un pequeño claro circular donde el camino gira 90º a la derecha y comienza decididamente a descender.

Por la izquierda se marchan en ascenso dos sendas herbosas.

Bajamos entre hayas, por camino sombreado.

En cinco minutos encontramos un gran claro donde aparecen robles mezclados con las hayas y algunos serbales que crecen en los bordes. El camino sigue recto por la derecha del claro.

Al volver a entrar en el arbolado superamos alambrada en un escorte. Seguimos en descenso. Enseguida...

Ermita de San Urbano

Está situada en una hondonada rodeada de bosques cercanos. Las zonas herbosas dan un hermoso aspecto al paraje. Por la parte de abajo llega la pista procedente de Gascue. Por arriba, del lado contrario al nuestro, llega el camino de Usi.

La ermita es un gran edificio, con varios anexos y mucha altura. Se observa la estructura de planta cruciforme y una pequeña espadaña con campana sobre la portada, orientada al suroeste.

En la parte contraria a la que llegamos (encarado al sur), hay un hermoso porche.

Varias placas dan fe de los procesos de restauración del edificio y algunos paneles informan de la vegetación y la naturaleza del lugar.

Alrededor están plantadas diversas especies, como los fresnos, castaños, nogales...

Trazando un ángulo recto con la dirección del camino anterior, hacia la derecha desciende la pista de Gascue. Es el camino principal que llega hasta la ermita, preparado para circulación de vehiculos. Junto a una regata (a nuestra izquierda) iniciamos el descenso.

Tras incorporarse un camino menos importante al nuestro, la pista pasa entre dos pilones cilíndricos al tiempo que comenzamos a divisar al fondo la localidad de Gascue.

Algo más adelante, ya en terreno abierto, encontramos un aska a nuestra derecha, un poco en alto. La pista pasa por un paso canadiense.

A partir de aquí circulamos entre prados. Más arriba quedan las laderas de Txutxurro cubiertas de arbolado. Enfrente, permanentemente visible, la torre de la iglesia de Gascue.

Gascue

Hermosa localidad. La distribución de los edificios, el fuerte colorido de flores por todas partes en contraste con la piedra de las edificaciones, las proporciones de las viviendas y las calles hacen de este pequeño pueblo una delicia visual.

Descendemos hasta la plaza. En el centro tenemos la fuente y enfrente se asciende hacia la iglesia.

En lugar de hacerlo nos damos la vuelta (giramos 180º). Vemos que a la izquierda de la calle por la que hemos descendido baja otra hacia una regata, con algún edificio a la derecha.

Bajamos por aquí y cruzamos dicha regata.

Nada más cruzarla el camino se divide en dos. Tomamos a la izquierda, dando un nuevo giro a nuestra dirección, por camino que marcha de nuevo entre arbolado.

Siete minutos después superamos otro paso canadiense. Hay una puerta metálica a la derecha, pero el día que nos la hemos encontrado tiene tantos nudos que es casi imposible soltarla.

Bifurcación.

Contra lo que pueda parecer, hemos de tomar a la izquierda.

Enseguida fuerte giro y ascenso (otra vez a la izquierda).

En pocos minutos la pendiente cede y ahora asciende suave. Sigue entre árboles.

Collado. Empezamos a descender.

Tenemos enseguida un escorte para pasar una alambrada.

Pasamos ahora por un robledal de mayor porte. Los árboles alcanzan una altura doble de la que tenían hasta ahora.

Salimos a la vista de Ciáurriz.

Dejamos atrás el arbolado y volvemos a los campos de cultivo.

A la izquierda, cerca de la carretera, vemos subido a media ladera el pueblo de Ripa.

El camino ya no tiene duda alguna. Seguimos con las laderas de Txutxurro a nuestra derecha.

Poco después llega por nuestra izquierda una pista mejor acondicionada a la que nos incorporamos.

El suelo se hace cementado al encontrarnos con las primeras viviendas de Ciáurriz. Poco después pasamos por el desvío que hemos tomado a la ida.

Nos acercamos al centro del pueblo, donde finaliza la ruta.