La quinta etapa del Camino de Santiago «de Baztan» supera la cadena montañosa de Belate abandonando el valle de Baztan y pasando al de Ultzama.
La ascensión es prolongada, pues hemos de pasar de un valle que está casi al nivel del mar para ascender hasta los collados situados a más de 900 metros.
El itinerario, a pesar de haber sufrido los cambios paisajísticos que han provocado las importantes obras realizadas en el puerto, no deja de ser de gran belleza. Los cruces con las carreteras, aunque numerosos, son muy fugaces. Los bosques, a medida que ascendemos, se hacen los protagonistas de nuestro caminar.
Desde
Berroeta parten dos alternativas. La que ahora narramos desciende a
Almandoz, último lugar de Baztan, antes de iniciar el ascenso cerca de la antigua carretera N-121A, a la que cruza varias veces, e incluso visita un lugar tan conocido como la Venta de San Blas. Sin embargo asciende luego más arriba que la carretera y ya la ignora para unirse, en medio de la ladera, co
la alternativa oriental (más solitaria), que sube directamente de Berroeta.
Después marchan juntas por la antigua calzada romana y tras superar el collado por encima de Venta Quemada bajan, tras visitar las ruinas de la ermita de Santiago, hasta el monasterio-hospital de Belate, para descender por el hayedo hasta Lantz.
El recorrido es sencillo y no excesivamente alargado. La ascensión tomada con calma tiene sus descansos y hermosos rincones donde relajarse. Aporta, no obstante, otro entorno paisajístico diferente al de anteriores etapas, enriqueciendo este magnífico recorrido entre Baiona e Iruña.