La segunda etapa del recorrido Baiona - Pamplona por el Camino de Santiago «de Baztan» cambia radicalmente su fisonomía.
En la
anterior circulamos siempre a orillas del río Nive, por un terreno absolutamente llano. Ahora damos la espalda al río y, atravesando Ustaritz en dirección sur, iniciamos el tránsito por un paisaje lleno de ondulaciones. Las colinas se van sucediendo unas a otras en un itinerario no excesivamente exigente, pero en el que es frecuente encontrar algunos repechos que nos hacen ascender y descender con frecuencia. También se alternan los prados y los bosques (principalmente de
roble, la especie del país por excelencia), pero siempre acompañados de multitud de especies caducifolias que aportan una gran variedad y belleza a nuestro caminar.
La señalización, al principio, puede crear alguna dificultad por su escasez. Después de salir de Ustaritz, sin embargo, se regulariza y aparece en los puntos donde puede el camino dar lugar a confusiones. Trataremos, pues, de detallar la forma de salir de Ustaritz para evitar pérdidas.
Después es más sencillo seguirla. No obstante, hasta superar la aduana de Dantxarinea, hay que prestar especial atención a las señales. Para quien esté acostumbrado a las grandes flechas amarillas que acompañan los itinerarios a Santiago, le resultarán inusuales las pequeñas marcas que en Francia se clavan en las estacas, en las señales de tráfico,etc.
El asfalto, no necesariamente por zonas de tráfico, todavía es el piso más habitual, aunque ya no tan omnipresente como en la etapa de Baiona.
Para quien guste del paisaje atlántico ésta puede ser una etapa excelente. Y para todos el tramo final en las cercanías de Urdax es una pequeña delicia, tanto paisajística como etnográfica.