Larun es una cima importante.
Es el primer alzamiento del Pirineo que roza los mil metros cuando lo recorremos desde el Bidasoa. Destaca a distancia en toda la zona de Bortziriak, y también desde las localidades cercanas a la costa, tanto del lado francés como de Irun y Ondarribia. Es visible desde numerosas cumbres del norte de Navarra. Muy característico por los grandes edificios que coronan su cumbre, además de las antenas.
También para el turismo poco aficionado a las cuestas resulta interesante en su acceso, por el tradicional
tren de cremallera que se puede tomar en el Col de St. Ignace, cerca de la localidad bajo-navarra de Ascain.
La ascensión desde
Bera que planteamos resulta interesante. Podemos hablar de dos partes. La primera transcurre entre bosques de
roble y
helechales, por caminos que se entrecruzan continuamente entre sí, pero con la traza sencilla. Después hay una zona de acercamiento a las laderas más empinadas y, desde el collado de Landagaineta, se inicia la cuesta más empinada, que nos conduce por laderas ya practicamente deforestadas y ganando altitud ya de forma constante.
La cima, ocupada por numerosas instalaciones, no es la cumbre habitual. De hecho, en lo más alto, nos podemos meter en el bar y tomar lo que queramos en una cómoda mesa. No obstante la vista es fantástica, especialmente hacia Bera, el collado de Ibardin y las costas del Cantábrico.
Existe la posibilidad también de ascender desde media altura. Hay quien lo hace desde Ibardin. Hay quien se aproxima en coche hasta el collado Landagaineta. También hemos podido ver numerosos excursionistas franceses que lo hacen siguiendo el trazado del trenecillo. Lo habitual es que suban hasta el collado Zizkuitza (donde encontramos la muga), para hacer los últimos metros por el mismo camino de este lado.