Se recomienda realizar este rerecorrido en época de poco calor, fuera de recogida de cosechas y con suelo seco. También es una buena opción hacerlo en bicicleta con los más pequeños. Si se desea ir directamente al Soto de la Barca debe seguirse la NA-6361 hasta su finalización.
Durante el recorrido tendremos la oportunidad de contemplar diversos tipos de cultivo: espárragos, árboles frutales, viñedos… así como diversas sierras: Sierra de la Demanda, Sierra de Toloño y el León dormido de Lapoblación (1.244 m), Sierra de Codés con el Ioar (1.415 m) y La Nava (1.364 m) y las estribaciones de Costalera.
El itinerario circular se inicia en la parte sur de Mendavia, en el cruce con la pista que se dirige a las piscinas. Desde ahí, con buenas vistas, se dirige al oeste para después girar al sur y a través del puente de Ramoncho ir acercándose al río Ebro.
Poco después de llegar al camino de la ermita de Ntra. Sra. de Legarda contactamos en el puente de La Dula con la mota sobre el río Ebro, que seguiremos hasta el Soto de La Barca. Aquí se puede visitar el Sendero Naturalístico que en el año 2018 promovió la APYMA del C.P. de Mendavia junto a la comunidad educativa de Mendavia.
Se continúa por la mota en dirección este dejando a la derecha la isla que se forma sobre el río Ebro. En el término de El Soto se distancia del río para adentrarse hacia el noreste y así acercarse al río Mayor ya en dirección norte hacia la localidad mendaviesa.
En su parte final el itinerario se distancia hacia el oeste de la localidad para volver a contactar con el punto de inicio.
En este enlace tenéis el archivo pdf del
Sendero autoguiado del Soto de La Barca.
LA BARCA
Desde su construcción en 1894 hasta su desaparición en los años 70, la barca representó para Mendavia, economía, comunicación y esparcimiento. Servía de paso del Ebro para llevar a los viajeros a la estación que existía al otro lado del río, que usaban el «Tren Correo» o el «Trenillo» para desplazarse a Calahorra, Logroño o Tudela y Zaragoza. Fue legendaria la «diligencia» que se encargaba de llevar y recoger a los viajeros así como el correo.
En aquellos años, el cultivo de la remolacha en Mendavia fue muy importante y la barca era el medio que tenían los carros y «galeras» para atravesar el río con su mercancía para descargarla en los trenes que la trasladaban a las azucareras de la zona.
En reconocimiento a lo que «La Barca» ha sido para este pueblo, tiene dedicado un monumento en el centro de la localidad.
Adjuntamos también el enlace a un
artículo del Noticias de Navarra sobre este tema.